Planificar-evaluar, un mismo proceso


Frenando - Posted on 02 March 2011

Comunicación al VI Encuentro de colectivos escolares y redes de maestros que hacen innovacién e investigación desde la escuela.

Manuela Chica Jiménez
Profesora de Secundaria
Sevilla

  

Introducción. 

Enseñar exige la convicción de que

el cambio es posible” (Paulo Freire).

El propósito de este trabajo se centra, de una parte en algunas reflexiones acerca de la evaluación educativa y sobre el papel que la misma ocupa en el proceso de planificación educativo; por otra parte mostrar la experiencia del portafolio como herramienta en el proceso de aprendizaje y de evaluación, asignándole en el mismo al alumnado un papel activo con relación al proceso de aprendizaje.

Para ello se revisan algunas teorías y posicionamientos en relación con la evaluación y se expone la experiencia de aplicación del portafolio como forma de evaluación en el aula.

 

La evaluación un concepto en evolución.

Resulta innegable el avance de la sociedad y la complejidad que le acompaña caracterizada por cambios vertiginosos que permean las instituciones y en consecuencia a la educativa.

Este momento histórico de la humanidad inmerso en una globalización de corte hegemónico con las consecuencias de desequilibrio en lo económico, social y cultural nos induce a pensar en que la educación debe posicionarse como factor de equilibrio para edificar una sociedad justa y equitativa. La Declaración mundial de Educación Superior dice al respecto: “Corregir las graves desigualdades existentes entre los países así como en el interior de éstos”

Desde esta perspectiva puede entenderse que en función de la cultura de cada contexto, el sistema educativo adquiere características diferenciadas y todo ello en función de los objetivos que el mismo se trace y consecuente con el tipo de ciudadano que pretende.

Por tanto cada sistema planifica y estructura desde los diferentes niveles de concreción el currículum con el fin de ofrecer respuesta educativa desde lo general hasta lo particular. Hablar de planificación implica diseñar planes, programas y proyectos en los cuales y en función de los niveles de concreción se han de ir concretando aquello que se pretende hacer, y cómo queremos hacerlo. En esta línea consideramos la evaluación como parte de la planificación y que se constituye en indicador de los avances de lo programados.

Los sistemas y modelos educativos necesitan mecanismos que les permitan indagar, conocer la evolución del sujeto y los elementos que intervienen en la misma. “La evaluación del proceso de aprendizaje y enseñanza es una tarea necesaria, en tanto que aporta al profesor un mecanismo de autocontrol que la regula y le permite conocer las causas de los problemas u obstáculos que se suscitan y la perturban”. (Diaz Barriga y otros, 2000).

Si bien esta necesidad se ha venido entendiendo desde diferentes perspectivas:

  • Conductistas

  • Constructivistas

  • Holísticas o iluminativas.

Señala Stufflebean y Shinkfiel (1005) que el Joint Committee on Standards for Educational Evaluation considera que “La evaluación es el enjuiciamiento sistemático de la validez o mérito de un objeto”. Considerando que “Sirve al progreo y se utiliza para identificar los puntos débiles y fuertes, y para tender hacia una mejora” (SDtuffelebeam y Shinkfield, 1995).

Si consideramos el proceso de enseñanza y aprendizaje y su planificación como un hecho cambiante y dinámico podemos entender la evaluación como parte dinámica y de cambio de dicho proceso, con lo cual se convierte en un instrumento que facilita el quehacer educativo y sirve de retroalimentación a dicho proceso.

A lo largo de la historia la educación ha transitado a través de modelos diferentes que con sus enfoques han tratado de dar respuesta a las necesidades educativas de cada momento y contexto. Siendo que la evaluación es un proceso necesario y vinculado con la educación, ésta ha evolucionado desde enfoques sumativos vinculados a teorías conductistas de la educación hacia planteamientos holísticos alineados con una concepción educativa constructivista y comprensiva en la cual el estudiante es el protagonista de su aprendizaje.

Los indicadores para la evaluación se han ido modificando en función de los modelos educativos aplicados, debido a que de acuerdo a lo que se pretende, la forma de comprobar si se ha conseguido o no es también diferenciada.

En este sentido hallamos que al ponderar el aprendizaje de los estudiantes se comienza a comprender que las pruebas concretas dan fe de control eminentemente cuantitativo que deja fuera el ámbito emocional y social de la persona.

Y por tanto incorporar a la evaluación las esferas afectivas y sociales representa integrar elementos cualitativos de análisis, lo que nos conduce a la consideración de la evaluación como proceso holístico en la que se tenga en cuenta el desarrollo intelectual, afectivo y social de la persona y consiguientemente se realice a través de un proceso de implicación de la persona en el mismo.

Una de las técnicas alternativas a la evaluación puramente cuantitativa puede ser el portafolio ya que el mismo permite una metodología de enseñanza y de evaluación en la que profesor y alumno comparten la responsabilidad del proceso de enseñanza y aprendizaje y también de la evaluación de dicho proceso.

Según Bordas y Cabrera (2001) el empleo del portafolio permite:

  1. Da a conocer el progreso de aprendizaje, lo que se está aprendiendo realmente y lo que debería aprenderse, considerando la individualidad del alumno.

  2. Aporta el significado real de un trabajo colaborativo “profesor/alumno” facilitando la reflexión conjunta.

  3. Implica la orientación del proceso enseñanza-aprendizaje.

  4. Enfatiza lo que conoce el alumno/a.

  5. Aporta al alumno el aprendizaje de la evaluación y de la autoevaluación con diversidad de técnicas.

  6. Puede dar a conocer resultados a otros alumnos, a otros profesores y supervisores. 

El portafolio permite

  1. Autonomía en el proceso de adquisición del conocimiento.

  2. Adaptar el ritmo de trabajo a las necesidades de cada alumna/o.

  3. La reflexión sobre lo aprendido

  4. Crítica y retroalimentación de todo el proceso seguido.

Autores como: (Corominas, 2000; Rodriguez Espinar, 1997; Ibarra, 1999, citados en Barragan, 2005) nos indican que hoy el portafolio es una técnica apreciada para informar sobre las competencias de una persona o grupos de personas.

Compartimos con los anteriores autores la idea de validez del portafolio tanto para comprobar los logros obtenidos como para conocer la capacidad de aprendizaje de la persona y las habilidades desarrolladas. Entendemos que el mismo nos aporta información relevante para el conocimiento acerca de las competencias desarrolladas por el alumnado a lo largo del proceso de aprendizaje.

En términos generales los lineamientos actuales de la educación se enfocan hacia conseguir del alumnado actitudes reflexivas y críticas y entendemos que el portafolio permite poner en practica dichos objetivos.

 

Experiencia del portafolio, una herramienta de evaluación y para el aprendizaje.

La experiencia que presentamos corresponde al desarrollo del portafolio como herramientas de evaluación con dos grupos de primer curso de ciclo formativo de grado superior en la especialidad de Técnicos en Educación Infantil. Y en concreto aplicados en el módulo de Didáctica de la Educación Infantil, durante un curso lectivo y en siete horas semanales.

Los contenidos mínimos son los recogidos en el diseño curricular de clase. Se negocia con los/as alumnas la forma de evaluación, dándole la opción de elegir el portafolio o los exámenes tradicionales. Se analiza que la forma del trabajo es diferente y que el portafolio permite ritmos distintos en función de cada estudiante.

Luego y de acuerdo con los contenidos de cada unidad didáctica se elabora una rúbrica en la que se reflejan los contenidos y distintos niveles de profundización en ellos, estableciendo una calificación numérica, mínimo 5 y en función de profundidad, 7 o 10, que los propios estudiantes autocalifican previamente para verificar con el criterio del profesor. (Esto viene explicado en la pagina 5 de la ponencia)

Los contenidos se trabajan en clase, con una metodología participativa, exposiciones, se hacen lecturas complementarias individuales que se comparten en trabajos de grupo. Todo ello queda reflejado en un diario de clase que cada estudiante debe llevar y a partir de ahí cada estudiante profundiza mas o menos en aquello que es de su interés.

Se pretende que el proceso siendo singular sea lo más sistemático posible, consiguiendo que cada cual aporte su singularidad respetando un eje común sobre el que se genera el conocimiento.

Para el alumnado representa la compilación de varios elementos que finalmente deben concretar en uno sólo el portafolio del módulo:

1° el diario de clase

2° Materiales recopilados, anexos, libros, etc. explicativos de cada unidad.

3° Síntesis, resúmenes u opiniones como fruto de toda la información recopilada tanto en clase como la adicional que a lo largo del desarrollo de todas las unidades vayan recopilando en y por cualquier medio de información, siempre que este en la línea y complemente los ejes centrales de cada una de las unidades (que se desarrollan y trabajan en clase).

Como criterio de autoevaluación y para que el alumnado pueda controlar sus avances se facilita una rúbrica en cada unidad didáctica, compuesta por tres bloques y cada uno de los cuales y en función del contenido se evalúa cuantitativamente. Los bloques corresponden a: 

  1. Teoría sobre la unidad, y conocimientos. Comprende el diario de clase como guion de lo explicado y trabajado en clase.

  2. Ampliación y actualización del material por parte del alumno.

  3. Actitud y organización de todos los materiales. Presentación.

 

El portafolio, una vía de aprendizaje y de evaluación.

Nuestra opción por el procedimiento que presentamos tiene como fin último el desarrollo del alumnado en un pensamiento crítico y reflexivo, en línea con los objetivos mundiales de la educación que promueve un paradigma de pensamiento en el que el alumnado es parte activa en su formación. “Frente al paradigma tradicional que centra el eje de la enseñanza sobre la tarea del profesor, el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) promueve una teoría basada en el supuesto de que sólo se logra un aprendizaje eficaz cuando es el propio alumno el que asume la responsabilidad en la organización y desarrollo de su trabajo académico”. (M. de Miguel, 2005:16):

Desde la perspectiva del aprendizaje y realizando un análisis de los factores que intervienen en la adquisición del mismo: observación, conocer, ser conscientes, etc. hallamos la importancia de adquisición del conocimiento junto a la necesidad de que el mismo sea asimilado por la persona e incorporado como habilidad que se convertirá con la práctica en competencia.

Tal y como señala el informe Delors es necesario aprender a conocer, a hacer, convivir y ser. Tales afirmaciones nos posicionan ante el reto educativo que representa en este momento posibilitar el aprendizaje holístico de manera que la persona sea capaz de actuar y resolver los problemas que se le planteen en el contexto en el que habita.

Reiteramos la convicción de que el portafolio es un modo de trabajo que permite planificar, ejecutar, revisar y retroalimentar desde la reflexión y la construcción del aprendizaje adaptándolo al pensamiento de cada uno y permitiendo la creatividad y el esfuerzo personal.

Según Bordas y Cabrera, (2001) pueden destacarse algunos puntos con relación al empleo del portafolio:

  • Significa un cambio de estilo de enseñanza.

  • No elimina otras formas de evaluación.

  • La evaluación ha de estar altamente sistematizada en referencia a los objetivos y/o al avance, sino puede ser subjetiva y tangencial.

  • A veces se sustituye la utilidad por la precisión.

  • Implica autodisciplina y responsabilidad por parte del alumnado.

  • Requiere mucho tiempo del alumno y parece a veces, desordenado y complicado presentando problemas logísticos en el manejo y en su almacenamiento.

  • No siempre hay garantía que con todas las actividades que se propongan se logren los objetivos propuestos.

Es por lo que consideramos que es un modo de aprendizaje ordenado, autónomo, flexible y abierto al cambio necesario tras el proceso de evaluación, permite el trabajo autónomo al alumnado y la organización libre del mismo.

Del mismo modo consideramos que es una vía de compromiso por parte del alumnado en la construcción de su aprendizaje y en la evaluación del mismo, con la posibilidad de discriminar los aspectos positivos o fortalezas y aquellos en los que encuentre lagunas o dificultades.

 

Opiniones de las alumnas y porcentajes de resultados.

Una vez concluido el curso académico y tras el resultado obtenido hemos aplicado un cuestionario a un total de 55 alumnas con los siguientes ítems, de los cuales finalmente hemos efectuado un resumen con relación a las opiniones:

  1. Destaca los aspectos relevantes que has encontrado en el portafolio.

  2. Señala los puntos negativos.

  3. Evalúa de 5 a 10 la validez que asignas al portafolio en tu aprendizaje y como evaluación.

  4. Describe en que te beneficia para la comprensión de la asignatura.

  5. Haz una crítica justificada y señala alternativas a esta metodología.

Hacemos un resumen de las respuestas del cuestionario siguiendo el orden de las mismas:

  1. Con relación a la primera pregunta presentamos una síntesis de las respuestas en las que se expresan las siguientes ideas:

  • Es un sistema que obliga a un trabajo diario y en profundidad.

  • Obliga a buscar, indagar, comprobar.

  • Se amplían conocimientos. Se refuerzan los conocimientos adquiridos, clarificándolos.

  • Se aprende a clarificar y a expresar opiniones personales (ideas)

  • Trabajamos sobre cuestiones concretas.

  • Es un trabajo creativo.

  • Aporta organización y orden académico y personal.

  • Permite ritmos personales de aprendizaje.

 

  1. Señalan como puntos negativos:

 

  • Casi de manera unánime coinciden en que el obstáculo fundamental hallado es el tiempo que necesitan para su elaboración.

 

  1. La evaluación que realizan podemos resumirla como sigue:

 

  • En la evaluación hemos de destacar que todas coinciden en calificarlo a partir de un 7, y añaden que consideran que el esfuerzo ha sido elevado pero que al final han obtenido un resultado satisfactorio.

 

  1. La ayuda que consideran le ha aportado se establece en el sentido de:

 

  • Comprender mejor los temas, ordenar las ideas.

  • Entender textos que relacionados con las diferentes unidades permiten ampliar las ideas, comprenderlas y no estudiarlas de memoria.

  • Se trabajan las partes y con este sistema se comprende mejor el todo.

  • Permite un desarrollo del trabajo individual.

  • Al tener que revisar conceptos, ampliarlos y relacionarlos, el tema se fija mejor.

  • Búsqueda de información en diferentes niveles. “Si hubiera examen solo nos centraríamos en la parte que entre en el mismo” (alumna.)

  • Con este método se aprende mas y de manera general. Se obtiene información que servirá siempre.

  • Se aprende a elaborar la propia opinión, ha sido positivo el trabajo y debate en grupo.

 

  1. Con relación a la crítica y alternativas señalan lo siguiente:

 

  • Critica en lo positivo:

  • Secuencia mucho los temas y son muchas unidades.

  • Tiene mucho trabajo.

  • Se remarca mucho lo aprendido.

  • Ayuda para la evolución general, en la formación y para la información.

 

  • Alternativas, critica en lo negativo:

 

  • Aunque esta bien se podría combinar con alguna prueba escrita. (Una persona)

  • Se deben incrementar los trabajos en grupo, ayuda mucho en las ideas.

  • Ocupa mucho tiempo diariamente, es mucho trabajo.

  • Representa mucho gasto para conseguir artículos, fotocopias, etc.

  

El resultado de la evaluación con relación a la asignatura arrojan los siguientes datos:

Calificación

%

Suspenso

3

Aprobado

20

Bien

12

Notable

31

Sobresaliente

34

 

 

El resultado académico es excelente, el nivel de suspensos se reduce debido al proceso de retroalimentación tanto del diario como de los artículos o material aportado, que representa el sistema de trabajo que presentamos.

Señalamos que el alumnado puede consultar todo el material que considere e incluirlo en el mismo, siempre que tenga relación con algún punto de la unidad tratada y con la condición que se exige de que dicho material se aporte con las notas del trabajo realizado en el mismo y finalmente se relacione con el punto o los puntos de la unidad a que se este haciendo referencia. 

Este sistema nos permite triangular datos de tal forma que el portafolio final ha de presentar coherencia entre:

a) lo que se trabaja en clase que representa un guión del módulo en sus diferentes unidades didácticas expuesto por la profesora y trabajado y discutido en diferentes actividades que se diseñan en cada una de las unidades y que implican trabajos individuales, de grupo y colectivos (todo ello debe ser recogido en el diario de clase y que representa el guión básico de las asignatura);

b) los anexos trabajados deben estar debidamente numerados y con la indicación del punto al que hacen referencia;

c) Finalmente las conclusiones, resúmenes o síntesis ha de ser una reflexión fundamentada tanto en el esquema de la unidad (trabajado y explicado en clase) más las ideas halladas mediante los diferentes complementos (anexos) aportados.

 

Conclusiones.

  1. Construir la sociedad del conocimiento requiere la conciencia y el compromiso (de la persona, ciudadano). Aprender a pensar.

  2. La educación tiene un compromiso en su labor generar innovaciones que posibiliten aprendizajes integrales.

  3. El portafolio permite: a. pensamiento autónomo; b. organización flexible y creativa; c. autoevaluación y compromiso del docente, alumno y la institución.

  4. La utilización del portafolio en clase:

 

  1. Implica al alumnado en su aprendizaje en colaboración con el profesor.

  2. Genera confianza y creatividad en el proceso educativo a través del proceso de retroalimentación.

  3. Requiere por parte del docente planeación y pensamiento plural.

 

Referencias bibliográficas.

Barberá. E. (1998). Portafolios para evaluar en la escuela. Evaluación. Pamplona: Ikastolen Elkartea. Barragán Sánchez, R. (2==5) El portafolio, metodología de evaluación y aprendizaje de cara al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior. Una experiencia práctica en la Universidad de Sevilla. Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa, 4 (1) 121-139[http://www.unex.es/didáctica/RELATEC/sumario_4_1htm]

Bordas I. y Cabrera F. (2001). Estrategias de evaluación de los aprendizajes centrados en el proceso. Revista española de pedagogía. Año LIX, enero abril. N 218. Pp. 25 a 48

Chica Jiménez, M. (2008). El portafolio. Una forma de aprendizaje y de evaluación. Educaweb.com. número 161. 28 enero 2008.

Cumbre mundial sobre la sociedad de la información. (2005). Ginebra 2003-Tunez 2005.

Díaz Barriga y otros (2000). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. México:McGraw Hill. Serie Docente siglo XXI.

López B. Hinojosa E. (2000) Evaluación del aprendizaje. Alternativas y nuevos desarrollos. México: Trillas.

Kemmis, S. (1988): El currículum: más allá de la teoría de la reproducción. Madrid: Morata.

Stufflebeam y Shinkfield. (1995). Evaluación sistémica. Guía teórica y práctica. España: centro de publicaciones del Ministerio de Educación y Ciencia. Ediciones Paidós *Ibérica.

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