Debatiendo el manifiesto


Red Ires - Posted on 01 November 2008

Aquí están todos comentarios que se están haciendo al manifiesto en esta web. Pincha en la imagen si quieres leer el manifiesto

 

Si no sabían trabajar con los alumnos ¿mejoraba la situación teniendo a muchos más alumnos en clase? Si no sabía trabajar con 33 alumnos, ¿habría de mejorar la situación trabajando con 100? Ustedes dirán.

En un sistema educativo en que el profesorado no sabe trabajar bien con el alumnado (eso es lo que dicen ustedes), resulta descabellado llevar más alumnos a las aulas (no quieres caldo: dos tazas). En tal situación de incompetencia profesional, trabajar con el 33% de los “mejorcitos”, como ustedes dicen, es mejor que trabajar con el 100%, pues es evidente que los efectos nocivos de su déficit formativo serán todavía peores. Y uno de esos efectos es que el nivel académico medio ha bajado un disparate y, encima, los mejores se han acostumbrado al ritmo y el nivel bajísimos de los demás. Y ahora lo que tenemos es un 100% (o casi) de chavales académicamente nada competitivos, cuando no medio analfabetos. Al menos al 33% de los mejores se les podía exigir bastante más, con o sin formación pedagógica.

Por tanto, señores, la situación del 81 no es añorable (todo eso lo dicen ustedes; ni yo hablé de los 80), sino que la actual es todavía peor que la de entonces. ¿Y qué hemos sacado de bueno con tener a los chavales retenidos en clase? Nada: enmascarar el tremendo fracaso escolar por unos instantes. A la postre, todo ha sido lo mismo. No, peor, porque los mejores ahora llevan el parsimonioso paso de los mediocres.

No es que sea malo escolarizar al 100% de los alumnos hasta los 16 años. No, es inútil en nuestra situación. Inútil, porque ustedes reconocen no estar preparados para desempeñar su trabajo. Contraproducente, porque lo único que se ha conseguido es eliminar cualquier atisbo de calidad en la enseñanza. Para mantener a todos en clase, no se ha hecho más que rebajar los niveles de exigencia. Y eso no es escolarizar, sino RETENER en la escuela, que no es lo mismo, para perjuicio y extinción de los que, con otro sistema algo más exigente (ese 33%), sí valían para estudiar y habrían estudiado.

Muchos creemos que el fracaso del sistema actual tiene otras explicaciones, y me encantaría que las consideraran:
La necesidad de escolarizar al 100% de la población de alumnos tuvo una consecuencia inmediata: se dieron cuenta de que a ese 100%, que incluía a muchos de los no mejores y a todos los peores estudiantes, no se le podía exigir lo mismo que al 33% de los de antes, que eran los que sí estudiaban o estaban más dotados. Es lógico: si los atletas y los no atletas tienen que correr a la par, es evidente que los atletas tendrá que ralentizar el paso.

Pero daba igual esta relajación de la exigencia académica. Los alumnos estudiaban cada vez menos. A menor exigencia, menor rendimiento. A menor rendimiento, menor exigencia. ¿Por qué? Por una conocida ley psicológica que la psicología popular conoce bien: cuanto menos haces, menos quieres.

Acostumbrados los alumnos a no hacer casi ningún esfuerzo, ya ni siquiera están preparados para entender lo que leen u oyen.

El profesorado temía -teme- ser cuestionado si se daba un porcentaje de alumnos muy alto que no llegase al aprobado. Para evitar este temor y las protestas de los alumnos y los padres, lo “mejor” que se les ocurrió a los responsables del sistema fue rebajar los niveles de exigencia y calidad. Pero claro, cuando ya el alumno no aprueba ni por más fácil que se lo pongan (porque no estudia absolutamente nada), el sistema no tiene ya más remedio que suspender a ese alumno.
Los títulos expedidos son académicamente baratísimos, pero claro, no pueden ser gratis.

Olvidémonos del modelo finlandés. España no tiene nada que ver con Finlandia. No sólo en el muy importante hecho de que allí los profesores sí tienen una excelente formación pedagógica y aquí no. También porque en ese país todos los adultos tienen el derecho y la obligación de amonestar, corregir y sancionar a cualquier niño que haga algo malo (insultar, ensuciar la calle, romper algo…) Todos, he dicho.
Tengo un amigo que vivió en Suecia, y me lo cuenta. Quizá ustedes crean que la cuestión estriba en crear un ambiente de libertad y distensión en clase para que los críos se puedan expresar sin cortapisas. No es cierto: En esos países, desde que los críos son muy pequeños, son continuamente motivados para que se comporten bien, pero también presionados y sancionados sistemática y moderadamente para conseguir de ellos una buena conducta. Y, efectivamente, cuando llegan a la escuela, el maestro sólo tiene que continuar con el sistema de motivación y sanción que los padres emplean en el hogar. Se les da libertad porque se les ha enseñado a ser respetuosos. Todos los adultos tienen autoridad sobre los críos, como aconseja la lógica y el sentido común. Y aquí no la tienen ni los padres, cuanto menos los profesores. Pero ustedes no comentan nada sobre la necesidad de que los niños sean respetuosos con sus adultos. Nada de nada. Y de verdad que me asombra.

Aquí, en cambio, cuando muchos educadores oyen eso de “comportarse bien”, se espantan, enarcan las cejas y ensayan el conocido soniquete relativista: “¿Y qué es comportarse bien?” “¿Y quién soy yo para exigir a un niño que se comporte bien?” “¿Y quiénes son los “mejores”? “Oh, autoridad dice éste, se ve que añora los tiempos de Franco”; “habla de presionar al crío: otro represor”…

Llama la atención el modo en que se refieren ustedes a los buenos estudiantes que, gracias a su inteligencia o tesón, se desenvolvían bien con las clases magistrales. Utilizan las comillas y el diminutivo: “los mejorcitos”. ¿No se podría decir simple y llanamente “los mejores” para el estudio? Intuyo su respuesta: “no hay ni mejores ni peores estudiantes, solo distintos.”

Y ese relativismo que lo confunde todo nos ha llevado a que muchos de nuestros chavales hayan desarrollado el síndrome del emperador, del que ustedes no dicen absolutamente nada. ¿De verdad nos quieren hacer creer que ese síndrome está provocado por el uso de las lecciones magistrales? Digan algo, pronúnciense, por favor. O atrévanse a decirnos que el síndrome del emperador es una invención o exageración de algunos (ya se sabe: de los que ustedes califican continuamente de “nostálgicos”).

Y con una población de críos insolentes y malcriados es imposible importar el modelo finlandés u otro similar, o disimilar. ¿Exageran de manera sensacionalista psicólogos de la talla de Javier Urra, Garrido, Mackenzie y tantos otros acerca del alcance y gravedad ese síndrome? ¿De verdad piensan ustedes que es consecuencia de emplear el método de transmisión oral de conocimientos?

¿Nos dirán que la culpa es el capitalismo, el escaparate, la Navidad? Pues no, señores: el problema no es que haya juguetes que reclamen la atención de los críos, sino el hecho pasmoso de que los padres no ejerzan de tales, de que consientan continuamente a sus hijos. Casi la mitad de la población de niños de entre 6 y 11 años tiene móvil. ¿Han comprado ellos el móvil? Lo han comprado los papás, señores. Es evidente. La publicidad no obliga a ningún padre a caer en la tentación de abrir la billetera y consentir al crío. Los padres responsables se comportan como padres, no como amigos y pródigos Reyes Magos.

Entre los diferentes factores que explican el fracaso educativo en España podemos destacar, creo, los siguientes:

DÉFICIT EN FORMACIÓN. Déficit de conocimientos pedagógicos del profesorado y de recursos personales (más que materiales). En eso llevan ustedes razón. Déficit que también afecta al método de exposición oral, “detalle” que no debería pasarse por alto. Si no es lo mismo estar bien formado en técnicas activas y participativas que no estarlo, tampoco es lo mismo estar bien formado en el método de exposición oral que no estarlo.
DESPRECIO POR LA CULTURA. Déficit cultural general. En Finlandia aman la cultura. En cambio muchos aquí la ven como un signo de distinción elitista y clasista. Como algo que huele a jerarquía y selección.
ESCASO O NULO AMOR A LA EDUCACIÓN Y RESPETO A LOS EDUCADORES. El amor a la cultura y la inteligencia se traduce en amor a la profesión que las transmiten. Aquí no hay tal cosa.
MENOR EXIGENCIA ACADÉMICA. Un abajamiento de la exigencia académica, guiándose por criterios de mínimos. ¿Desean ustedes la excelencia para todos los alumnos? Algunos de los que les apoyan escriben que no la desean. A ustedes parece no importarles mucho esas declaraciones. No salen al paso para refutarlas o desmarcarse de ellas: ¿comulgan con ellas? Salen al tanto para intentar refutar los argumentos de quienes no apoyamos el manifiesto, pero se callan cuando alguno de sus firmantes declara no desear la excelencia. ¿Alguna explicación al respecto? En Finlandia sí buscan la excelencia para todos los alumnos.
EN ESOS PAÍSES TODOS EDUCAN Y DEFIENDEN EL PRINCIPO DE AUTORIDAD. Lejos de lo que muchos creen, en los países punteros en educación no reina la libertad y la manga ancha para con los niños. Muy al contrario, cualquier atisbo de mala educación es reprendido por cualquier adulto. No permiten ningún brote de mala educación en sus críos pequeños. Todos los adultos se sienten en la obligación de corregir y educar a los niños.
AQUÍ: PERMISIVIDAD. Aquí sufrimos unas prácticas permisivas que llevan de cabeza a la mayor parte de los padres, a los docentes y a las autoridades legislativas. Y ustedes parecen conformarse con aquello de que siempre ha habido niños descarriados y violentos. Sí, pero jamás se ha visto que los niños agredan verbal o físicamente a sus mayores, a sus padres y maestros. Jamás en esta medida. ¿Y cómo explican ustedes que nuestros niños sean los terceros más gordos del mundo? ¿Es por el mercado? ¿Es debido a una mala educación dietética de los padres? Es muy fácil asimilar eso que tantas veces repiten los médicos sobre la dieta mediterránea: frutas, verduras, legumbres, pescado, pastas, aceite de oliva, poca sal, pocas grasas animales. El bollo es recurso más fácil y encima el crío se calla, que es el que manda en casa. Ni los más incultos desconocen todo esto, mil veces dicho por las autoridades sanitarias.
DIVORCIO ENTRE ESCUELA Y FAMILIAS POR CULPA DE LA PERMISIVIDAD REINANTE. Ni se ha visto nunca que, como efecto de esa misma permisividad, muchos padres se pongan de parte del hijo cuando éste es reprendido por el maestro o profesor. Todo lo que vemos no es efecto del sensacionalismo de los medios de difusión. La insolencia de los niños no sólo se ve en la pantalla, se ve en la calle, en las aulas y los hogares.

Buena parte del 30% de los alumnos que abandonan la escuela lo hace porque el sistema actual y muchos padres “colegas” no les han enseñado a esforzarse y sacrificarse ni lo más mínimo, de modo que cuando la ley se lo ha permitido, han salido volando. Muchos abandonan la escuela porque viven de capricho. Porque son ellos los que mandan en el hogar. Y no hay quien les diga nada.

Creo que nos iría mucho mejor si reconociésemos que los problemas para tratar pedagógicamente a los alumnos se agravan extraordinariamente cuando muchos de éstos desconocen el respeto hacia sus iguales y no iguales.

Y también que los bajos niveles actuales de exigencia académica impiden que los alumnos saquen provecho de estar escolarizados hasta los 16 años: porque entonces simplemente están retenidos.

¿Es que los factores aquí expuestos no son compatibles acaso con ese único (o casi) factor del que ustedes hablan: el déficit pedagógico del profesorado?

Reciban un saludo.

¿Cuántos estudiaban en el añorado BUP de 1981?¿Cuántos estudiaban en el añorado BUP de 1981?

Bueno, a la vista de la tabla, cuando llevaba cinco años dando clase en institutos (ya con mis alumnos/as sentados en grupo, aunque aún no existía  la LOGSE) resulta que eran más buenecitos que los de ahora, y se podía "dar clase". Eso es lo que añoran muchos de mis colegas, pero no se dan cuenta de que estaban dando clase aproximadamente al 33% del total de la población escolar de ese tramo de edad, que era de 3.264.000 muchachos y muchachas aproximadamente.

En lo que andaba algo desencaminado en mi apunte anterior (hecho de memoria) era en la población en edad escolar que estudiaba FP... ¡Era mucho menor!

De manera que la población total escolarizada era solo del 50%,  y eso si, "los mejorcitos" (el 33%) en BUP.

¿Cómo pretendemos comparar el BUP (el 33% mejorcito) con la ESO (100%)? ¿Es malo haber escolarizado a todos los jóvenes hasta los 16 años? ¿O es simplemente que no sabemos trabajar con ellos (como apunta el manifiesto)? ¿Lo mejor es cerrarles la escuela para volver a la situación de antes?

Parece que eso es lo que estamos haciendo, a la vista de los datos que aporté en un apunte anterior, conseguimos nada más y nada menos que un 30% ABANDONE LA ESCUELA.

 

Me hacen gracia las comparaciones con el pasado, sobre todo las que se hacen con los '50 y '60 que viví como alumno. Que me digan que los contenidos de los textos de ahora han disminuido respecto a la “Enciclopedia Alvarez” y textos similares es que me da risa.

Lo mismo en el bachiller. Todavía tengo la biología de PREU, que era el curso equivalente al segundo de bachillerato actual. Son contenidos de risa comparados con los actuales, prácticamente no había bioquímica. Para encontrar unos contenidos similares al actual 2º de bachillerato tengo que irme a la Biología de Alvarado que estudié en el “temible” curso de Selectivo de Ciencias, pero ni así, porque ahora en 2 de bachillerato hay contenidos que ni estudié durante la carrera. No es que se sustituyan unos contenidos por otros ¡Es que se van añadiendo!

Vayamos a la Geología, la Tectónica de Placas, teoría estructurante donde las haya para la Geología, aparece durante el curso 76-77 en 3º de BUP (no en 1º de BUP) y con la LOGSE salta a la ESO ocupando parte importante de los contenidos ¿Significa eso que desaparezcan otros contenidos? No, se suma a los anteriores, aunque si desaparece (junto con el 1º de BUP) la Teoría del Geosinclinal, no por razones didácticas, sino porque era antagónica.

 Diré más, para mi estaría justificado que en dichas décadas los libros de texto fuesen auténticos tratados, ya que eran la única fuente de información específica de la materia a la que tenían fácil acceso los alumnos y alumnas, pero... ¿Ahora? Que sentido tienen esos libros.

Vayamos al nivel de los alumnos/as. Por supuesto que el nivel de los alumnos/as de mis aulas era mejor, ¿Por que? Porque al BUP llegaba solo aproximadamente un 30% de la población escolar, el otro 30% iba a FP y el otro 30% dejaba de estudiar.

Ahora con la ESO tengo en mis aulas el 100% de la población escolar, pero lo mejor de todo es que como trabajo en un IES, y los centros privados se deshacen de los alumnos/as “difíciles” (que van a parar a los IES) para comparar mis antiguos alumnos/as de BUP con mis actuales alumnos/as de ESO tendría que fijarme en menos del 30% de mi alumnado actual, y si hago esa comparación, de bajada de nivel nada de nada.

 Démonos cuenta del tremendo fracaso que supone que el 30% del alumnado de ESO deje de estudiar, esa cifra coincide, más o menos, con la población que antes de la ESO dejaba de estudiar. Se hace una ley para extender la educación obligatoria hasta los 16 años y el sistema escolar fracasa porque deja fuera a los mismos que antes.

Otra cosa es si la LOGSE ha supuesto algún cambio metodológico, y si es atribuible a dicho cambio el actual y rotundo fracaso escolar (así llamo a una situación en la que el 30% del alumnado no obtiene su título en la enseñanza secundaria obligatoria).Pues ocurre lo siguiente, antes de la LOGSE tenía que ordenar los pupitres en grupo al comenzar la clase porque me los encontraba desordenados dispuestos en filas. Durante la LOGSE me ocurría lo mismo, y ahora también. Siguen desordenados formando perfectas filas. Lo mismo les ocurre -y ha ocurrido- a los demás colegas que trabajan como yo. No parece que la LOGSE haya variado mucho más que el papeleo, la distribución y salpicado de los contenidos a lo largo de los cursos, y otros aspectos superficiales, ninguno substantivo relacionado con lo realmente importante: Cómo trabajar con los alumnos/as.

Pero "los datos se despachan rápido: El 31% de los adolescentes en España no aprueban la ESO. El otro 69% continúa, pero un 28% de ellos no conseguirá un título de bachillerato o FP de grado medio, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La tasa de los que abandonan en esa etapa es más dramática en hombres (35,8%) que en mujeres (23,8%), y en total dobla la media europea. Sólo Portugal y Malta están por detrás de España".

El abandono escolar ya pasa factura.

"Así, el 72% del desempleo de los menores de 25 años tiene relación estrecha con el abandono de los estudios y el fracaso escolar. Según datos del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE), casi la tercera parte de los alumnos adolescentes de nuestro país, estudiantes de ESO, obtiene calificaciones negativas. En la enseñanza media un 32% de los alumnos repite curso, un 35% no termina con éxito 2º de ESO, el 48% no supera el bachiller y en la universidad el abandono de los estudios ronda el 50%".

Dar con el origen del problema, el primer paso para superarlo.

Por eso hemos elaborado este manifiesto que tiene soliviantados a tantos.

Hola.
Soy Diplomado en Educación Social y estudiante dce Pedagogía. Queda firmado el manifiesto por mi parte y también trataré de difundirlo.
Un saludo.
http://movimientoanfibio.org

Estoy totalmente de acuerdo con usted (con el profesor de ciencias naturales). Es una verdad a voces que los niveles de exigencia han bajado terriblemente. Y por eso que usted dice, (que los alumnos no están acostumbrados a pensar ni a buscar información inteligentemente), nos encontramos con que no entienden ni lo que leen ni lo que oyen (incluso aunque se dignen escucharlo).

Leo en este foro que en pasadas décadas (en los 50) sólo un 18% de los alumnos sacaba el Bachillerato; en cambio, en el año 2006, alrededor del 85% del alumnado obtiene el título de ESO.

¿Cómo se ha logrado semejante “éxito”? Voy a utilizar la lógica, a ver si me aclaro (sí, porque no parece que ninguno de los manifestantes se avenga a discutir).

¿Han bajado o han subido los niveles de exigencia? ¿O se han mantenido? Tenemos ese dato contundente: Hemos pasado de un 18% en los años 50 a un 85% de alumnos que en el 2006 obtienen el título de Secundaria. ¿Y por qué? ¿Es por la LOGSE? ¿Es acaso porque ahora se aplican métodos pedagógicos que captan la atención y el interés de la mayoría de los alumnos? ¿Qué se ha hecho para captar el interés estudiantil de esos 67 alumnos (de cada 100) que antaño no conseguían el Bachillerato?

¿Se han empleado métodos diferentes a los pasadas décadas? La respuesta la tenemos en el propio manifiesto: No.
En general, los métodos pedagógicos son los mismos: el método de transmisión oral, la clase magistral. Es decir, que a base de utilizar el denostado método de transmisión oral, hemos conseguido ese floreciente 85% de alumnos con el título de la ESO. ¡Y dicen ustedes que no funciona! ¿Qué está pasando aquí?

Todavía hay cosas más extrañas.
Sobre los niveles de exigencia nos dice el manifiesto:

“Basta comparar los libros de texto de hoy con los de antes para comprobar que cada vez se pretende enseñar más contenidos, con formulaciones más abstractas y en edades más tempranas. Muchos padres y madres no entienden los libros de texto que con frecuencia protagonizan las tardes familiares. Cada vez es más difícil para los docentes acabar el programa del curso. Cada vez es más pesada la carga académica de los estudiantes. Cada vez hay más asignaturas.”

Es decir, que hay más contenidos y más difíciles; y, encima, se sigue utilizando el método de transmisión oral. ¿Cómo es posible, entonces, que hoy la mayoría de los alumnos obtenga el título de la ESO? Si todo es más difícil y para colmo se está empleando un método que -según nos dice el manifiesto- no capta la atención de la mayoría de los alumnos, lo lógico sería que hoy tuviéramos menos alumnos con éxito en la ESO que en los años 50.
Si ha aumentado la dificultad de los contenidos y encima se emplea masivamente un método -la clase magistral- que no es eficaz, según insisten, para suscitar el interés de la mayoría, no se entiende que hoy haya más titulados que en épocas pasadas.

La realidad es la que es. Si ahora hay un 85% de alumnos que termina la ESO, y no un pírrico 18%, es porque los contenidos son mucho más fáciles, o porque estudian menos; o ambas cosas. O por la sencilla razón de que los maestros y profesores levantan la mano y hacen la vista gorda ante los exámenes que la mayoría de los alumnos perpetra.
Sencillamente: hoy es intelectualmente mucho más barato obtener algunos títulos.

Ni siquiera teniendo en cuenta que algún porcentaje de alumnos se retirara o fracasara por razones extra académicas, ni siquiera así, digo, podría explicarse ese “exitoso” salto. Hoy hay más titulados porque los títulos son mucho más baratos.

Pero, señores del manifiesto, yo puedo estar equivocado. Demuéstrenme que estoy en un error. Sáquenme de él, por favor. Si aquí estamos para discutir y rectificar. Si nos conformamos con tachar de simplistas los planteamientos contrarios, es evidente que no vamos a ningún lado.

Reciban un saludo.

Soy profesor de secundaria, de la asignatura de Ciencias Naturales, y todo lo expuesto en el manifiesto es totalmente mentira.
El nivel de exigencia a bajado a cotas extremadamente preocupantes y a los hechos me remito: en un libro de enseñanza, sea cual sea la editorial, de Ciencias de 3º de ESO para trabajar los contenidos del tema vienen una media de 20 ejercicios, todos muy básicos que requieren tan solo la aplicación de una fórmula o la busqueda de un único concepto que viene marcado en negrita en la lección. Cuando yo estudié 1º de BUP (curso más o menos equivalente), en mi libro de Ciencias venían 40 ejercicios y había que pensar y relacionar conceptos para poder contestarlos. Esto hoy en día si se sigue un libro actual es impensable; por eso yo he decidido usar los ejerecicios de mi libro de BUP, lo cual me permite que piensen más pero también que el ritmo sea más lento porque no están acostumbrados a ello.
En otros niveles ocurre lo mismo, no hablemos de Física de 4º de ESO, porque los ejercicios de los libros son irrisorios (no les mandan sumar uno mas uno por poco).
Desde aquí apoyo al resto de partes a que en lugar de estos manifiestos que no se los cree nadie, de verdad hagamos algo que se vea como es mejorar los libros que por problemas de espacio, si se aumentan el número de hojas sube el precio del libro, (dicho por las editoriales) no pueden poner más ejercicios, inventandonos o tomando de otras fuentes (recursos en Internet) ejercicios nuevos para que los trabajen.
La mejor defensa es un buen ataque, o eso dicen, y yo lo creo, y prefiero atacar (creando materiales didácticos nuevos o mejorando los que hay) que defenderme y escudarme en que unos dicen (manifiesto).
Hagamosles cambiar de opinión mediante pruebas. Bastante nos fastidian a nosotros, los docentes, las leyes como para no saber separarnos de ellas lo justo para poder trabajar bién.

Estimados/as amigos/as de la Red Ires: Hace aproximadamente un año que en la Comunidad Educativa Trabenco, tuvimos la suerte de contar con vuestro solidario apoyo en una etapa dura y de especial dificultad para la marcha de nuestro proyecto educativo. Eran y siguen siendo momentos muy complicados y difíciles para los proyectos que alientan y trabajan por otro tipo de escuela. Agradecimos -entonces- vuestro compromiso y solidaridad. Por este motivo nos llena de alegría poder corresponderos ahora - más allá de la pura formalidad de la firma de este manifiesto- con nuestro profundo respeto y admiración por la labor que realizáis. Queremos manifestaros la sintonía que comparten nuestros proyectos y os animamos a seguir trabajando por avanzar cada día un poco más en la construcción de ese modelo de escuela que tanto nos gusta y anhelamos. Fdo.: El claustro y las 150 familias de la Comunidad Educativa Trabenco.

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Estoy completamente de acuerdo con el manifiesto, me he jubilado y no he conseguido a lo largo de mi vida profesional que muchas compañeras y compañeros no hayan cambiado de forma de enseñar, aunque en casa tengan las últimas tecnologías siguen con los modelos tradicionales repetitivos y memorísticos.

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Enhorabuena por la labor que estás realizando,estoy de acuerdo con tus ideas..como futura maestra espero aplicar técnicas de aprendizaje adecuadas para un buen desarrollo del alumnado y mejorar la labor educativa que hasta ahora se está realizando.

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ANIMO

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De acuerdo

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Hay que cambiar el sistema educativo tradicional

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Se han creado un conjunto de preconcepciones sobre el actual sistema educativo que van a ser muy difíciles de desmontar. Esta iniciativa puede ser un primer paso.

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Ya era hora de un mensaje alternativo a las continuas quejas de quienes nunca han realizado ninguna propuesta constructiva, de quienes pretenden tener una educación decimonónica como si aquí nada hubiera cambiado.

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Soy presidente de una federación provincial de apas y llevamos criticando esto desde hace muchos años gracias por aunar esfuerzos

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Perfecto

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ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO !!! OS FELICITO POR LA INICIATIVA A VER SI POR FIN PODEMOS MOVER LAS COSAS A FUERZA DE MOVILIZACIONES. UN SALUDO

Siento que te despidas sin que expongas tu punto de vista para enriquecer el debate desde tus aportaciones. Como ves, los comentarios son casi exclusivamente de personas que se han animado a participar. No creo que nadie sea representativo de nada y quien escribe lo que hace es ejercer su libertad individual.
Desde la Red IRES estamos pidiendo apoyo al Manifiesto, si lo consideras oportuno. No podemos responder de las ideas de quien escribe en este foro, ni de la forma de hacerlo.
Hubiera estado bien que añadieras una nota de alegría entre tanta "tristeza".
José Luis

Si albergaba alguna remota duda razonable en torno a la posibilidad de otorgaros mi apoyo, la lectura de este foro (tan triste en su miseria) me disuadió del todo. Lo siento, pero tanto descrédito mutuo me parece un tropo desolador, un pobre augurio para el futuro de una educación que, francamente, ya no sé si tiene futuro.

Adiós.

¿LOGSE BUENA? ¿LOGSE MALA?

Señores firmantes, ustedes pueden explicar su experiencia con la LOGSE, y tratar de convencernos de que la LOGSE es buena. Pero, hombre, no pretendan que esta joven tenga otra experiencia diferente a la que tuvo. O que la reinterprete según la visión de ustedes.

Vamos a ver si llegamos a algo parecido al entendimiento. En primer lugar, según se desprende del contenido del manifiesto, nadie, ni alumnos ni profesores, pueden hablar bien o mal de la LOGSE. Por una razón: porque los manifestantes nos dicen que la LOGSE no ha sido implantada en el sistema educativo. Precisamente de ahí nos viene, según ustedes, el fracaso escolar actual que, supongo, ustedes también denuncian. Si no me tomo las pastillas que me manda el médico, ¿cómo voy a decir que son buenas o malas?

Ningún alumno, por tanto y según ustedes, podrá decir, en rigor, nada bueno o malo de la LOGSE. Ningún profesor, igualmente, tendrá razones para calificar la LOGSE de buena o mala.

Los profesores defensores de la LOGSE lo único que podrían hacer es hablar de “supuestos” éxitos educativos si esa ley se hubiese aplicado bien. Ya está. De supuestos éxitos, no de reales.
Dado el fracaso educativo que hoy sufrimos, algunos (muchos) tenemos la sospecha de que a ustedes no les queda otro remedio que defenderse diciendo que lo que pasa es que la LOGSE no se ha implantado.

¿POR QUÉ NO SE HA IMPLANTADO LA LOGSE?

Entonces, la pregunta es: ¿Por qué no la han implantado? Ya conocemos todos las virtudes educativas de las técnicas activas y participativas. ¿Y por qué ustedes mismos han seguido usando masivamente el método de transmisión oral? Quizá nos digan que eso es debido a la excesiva cantidad de contenidos, a que tienen que cubrir programas muy extensos y que, de haber usado técnicas diferentes a la transmisión oral, no habrían cumplido con la ley en relación con los contenido. Pero mal hecho, porque ustedes, para cumplir con la letra y el espíritu de la LOGSE, podrían haber luchado a favor del uso de técnicas activas y participativas. Si alguien les hubiese dicho algo, ustedes, con la ley en la mano, podrían haberse defendido: “para que el aprendizaje sea entretenido, duradero y significativo estoy en mi derecho y en mi deber de aplicar estas técnicas, como así está sentado en la ley.” Y lo cierto es que, si es verdad lo que ustedes dicen, los alumnos sabrían más y estarían más preparados de lo que realmente están. Nadie habría notado nada en los resultados. Nada malo, quiero decir. Las evaluaciones del informe Pisa no nos dirían que una gran cantidad de alumnos no comprende lo que lee. Y los chavales habrían aprendido a aprender, ¿no es eso? ¿Por qué no se han reunido antes -mucho antes- para hacer el manifiesto? ¿Por qué han esperado a llegar a esta situación? Ustedes ya vieron desde el primer año de la aplicación de la reforma que no podían aplicar la reforma. Señores, que llevamos muchos años de LOGSE. ¿Cuánto años les ha costado a ustedes darse cuenta de que no estaban aplicando los métodos pedagógicos de la LOGSE? ¿Por qué han tardado tanto tiempo en reaccionar, en protestar, en unirse y organizarse?

¿O sí podían aplicar la reforma? ¿No será que ustedes sí creían que se estaba aplicando correctamente (aunque con alguna carencia) y no han dicho nada hasta ahora, cuando vemos los terribles resultados?

Las técnicas activas y participativas no son caras. En realidad, tan caras o baratas como las clases magistrales. No podrán alegar que necesitaban recursos materiales excepcionales para usarlas frecuentemente en el aula. Disponer los pupitres en forma de U, emplear dinámicas, trabajos de grupos, manualidades relacionadas con la lección, teatros, ensayos conductuales, etc., son cosas baratas.

Otra cosa son los aparatos tecnológicos o los recursos personales: ordenadores, televisiones, reproductores de vídeo o DVD, proyectores, proyectores de power point, clases espaciosas, profesores de apoyo en el mismo aula, consejeros, etc. Vale, todo esto sí requiere una buena inversión. Al no disponer de todo ello, el éxito educativo no sería tan grande como el de otros países (y no digamos ya Finlandia), pero hombre, no obstante, la aplicación de las técnicas baratas habrían dado sus frutos.

Ojalá que ustedes se avengan a discutir sobre todas estas cosas, porque nos va mucho en ello.

¿HAY CONTRADICCIONES O NO?

Y ojalá que alguno de ustedes desee explicarme la contradicción que al menos yo aprecio en los siguientes hechos:

1. Por otro lado, muchos de ustedes nos están diciendo que es falso que hoy nuestros alumnos tengan un nivel académico más bajo que los alumnos de décadas pasadas. Para ustedes no es verdad que haya bajado el nivel. Incluso hay quien dice que se ha elevado la calidad académica.
2. Por un lado, ustedes nos dicen que la LOGSE no se ha aplicado, sino que se sigue empleando masivamente el caduco y aburridísimo método de la transmisión oral.

Pues, señores, yo no lo entiendo. Ustedes nos dirán. Esto es una contradicción en toda regla.
Esta contradicción se deriva -creo yo- de intentar conciliar hechos irreconciliables.

Veamos:
Por un lado, para defenderse de la acusación de que la LOGSE no enseña bien y que han bajado los conocimientos de los alumnos (hay tenemos el informe Pisa y el fracaso de muchos), ustedes se ven en la obligación de decirnos que lo que ocurre es que la LOGSE no se ha implantado, que se sigue empleando masivamente el método de transmisión oral: ¡luego no hay LOGSE!

Pero, por otro lado, para defender la superioridad del programa de la LOGSE respecto del método de transmisión oral empleado en décadas pasadas, nos dicen que hoy nuestros alumnos salen mejor preparados que antaño. ¡Pero si salen más preparados no es gracias a los métodos de la LOGSE, sino al mismo método de trasmisión oral, masivamente utilizado!

RESUMEN Y ALGO MÁS.

¿Y si nos ponemos a discutir y tratamos de llegar a algún acuerdo?
¿Perciben ustedes alguna contradicción en sus explicaciones, en su manifiesto?
Resumo aquí las que yo veo y aprovecho para decir alguna cosas más.

1. Si la LOGSE no se ha implantado realmente (se sigue con el empleo general de la clase magistral), ustedes sólo pueden hablar de “supuestos” éxitos de la LOGSE. Que en otros países funcionen programas parecidos a los de la LOGSE no significa que aquí funcionaran. ¿Por qué? Entre otras muchas cosas, porque en esos países (como Finlandia) se busca con esmero la excelencia de todos los alumnos, mientras que ustedes más bien desean unos resultados de mínimos: que nadie se descuelgue del sistema educativo. Y, si lo desean, podría mostrarles muchas manifestaciones suyas que prueban que a ustedes el concepto de excelencia les parece cosa propia de sistemas elitistas y jerárquicos. Y eso les repele porque les recuerda a otros tiempos.

2. ¿Por qué, por lo menos, no han empleado ustedes los métodos pedagógicos activos y participativos? ¿Si los hubieran empleado no habrían cubierto los vastos programas y el currículo? Pues al no emplearlos, tampoco han cumplido con las prescripciones pedagógicas de la ley (la LOGSE). De haber hecho uso de ellos, nuestros alumnos quizá no supieran tantos contenidos, pero sí que habrían aprendido técnicas para aprender a aprender. Y entenderían lo que leen: ¿no es eso? Y no habríamos quedado en ridículo con el informe Pisa.

3. Cuando se compara la calidad del anterior sistema (selectivo y jerárquico), caracterizado por el método de la clase magistral, ustedes nos dicen que el modelo actual es superior, que los alumnos salen mejor preparados que antes. Pero claro, esto no se entiende fácilmente, porque lo que nos están diciendo por otro lado es que hoy se emplea masivamente el método de transmisión oral de contenidos. Entonces, si hoy los alumnos están mejor preparados que los del antiguo modelo, ¡resulta que están mejor preparados gracias al método del sistema de transmisión oral!

Muchos tenemos la sensación de que ustedes están jugando con dos barajas: Con una baraja defienden los resultados del sistema de la LOGSE cuando alguien compara el actual sistema educativo con el anterior. La otra baraja la utilizan para decirnos que los malos resultados actuales se deben a que se sigue empleando el método del sistema anterior.

Hoy nos dice la ministra de Educación que el 31% de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años no ha pasado de la ESO. Es un fracaso tremendo de nuestro sistema educativo. ¿Es porque no se ha aplicado la LOGSE? Quizá sí se ha aplicado la LOGSE, y lo que ocurre es que se ha aplicado sin criterios de excelencia y, claro, sin el esfuerzo necesario que caracteriza a los países que sí desean la excelencia para todos los alumnos.

O quizá pase que aquí, en España, no puede aplicarse con éxito la LOGSE ni cualquier otro sistema educativo por cuestiones tan tremendas como la galopante expansión del síndrome del emperador entre nuestros alumnos, del que ustedes, sorprendentemente, no dicen nada (5.500 padres denunciaron a sus propios hijos en el curso de un año; 3.500 profesores han recurrido al defensor del profesor, pues muchos de ellos han sido víctimas de acoso, amenazas y agresiones, tanto de alumnos como de padres, etc. Y dicho síndrome no está provocado por el uso masivo del método de transmisión oral. Y si así lo creen, díganlo y discutámoslo.)

Yo estoy deseando que ustedes nos resuelvan estas dudas. Y es algo que les pido de buena fe, y con ánimo de que lleguemos a entendernos. No nos hacen falta más divisiones internas. Por favor, ¿estamos ante serias contradicciones o no? ¿Pueden ustedes conciliar todos estos hechos?
Ustedes pueden tachar de simples estas cuestiones y planteamientos, pero eso es muy fácil. Lo que hay que demostrar es por qué son simples. Soy todo oídos.

Reciban un saludo.

Mira, entiendo que las experiencias vitales de cada uno condicionan la percepción que tenemos de los hechos. Igualmente lo que oímos decir, las interpretaciones que nos han dado, condicionan nuestra percepción de las personas y de cuanto sucede a nuestro alrededor. Sé por experiencia que la de docente es una de las profesiones más complejas y difíciles de llevar a la práctica de manera excelente. Por ello, si vas a dedicarte a esta profesión, te aconsejo que no te encajones en patrones tan pobres y simplistas como los que has expuesto y que dejes de mirarte a ti misma para mirar a los que vas a educar, tampoco estaría de más que te interesaras por la historia de la educación y de tu pais. Puede que así descubras lo apasionante que puede ser el arte de educar en LA ACTUALIDAD y partiendo de los principios educativos que establecía la LOGSE, no lo que otros interpretaron o divulgaron con burlas. Abandona los tópicos y ponte a trabajar.
Recibe un abrazo de una docente que ha vivido tres sistemas educativos, uno como alumna y dos como profesora.

No pensarás que hemos creído tu historia. Está "garantizado socialmente" que mientes.

Saludos a todos.
He llegado a este foro por casualidad a través de un hipervínculo en otro. Me he llevado una desagradable sorpresa: no apoyo en absoluto el manifiesto, y voy a contar por qué desde el punto de vista de una alumna y futura docente. Me siento afortunada de haber podido estudiar E.G.B. y B.U.P., y no la horrible LOGSE, y no podrán acusarme de echar de menos tiempos pasados, puesto que he nacido y vivido en democracia.
Cuando terminé el E.G.B. tuve la posibilidad de seguir estudiando B.U.P. o bien optar por matricularme en 3º de E.S.O., lo que entre nosotros llamábamos “la reforma”. Opté por el BUP por puro convencimiento, y por el consejo de mis queridos maestros, que me lo recomendaron porque “yo valía para estudiar”, éstas fueron sus palabras, y afortunadamente les hice caso. Otros eligieron la reforma, simplemente porque era “más fácil aprobar y tener el título”; y vaya que sí lo era. Mientras yo seguía avanzando curso tras curso, otros compañeros de clase repetían una y otra vez. ¿Por qué? ¿Porque el método verbal no era correcto para enseñar? Pues no, era porque no estudiaban, no se esforzaban, y se saltaban continuamente las clases, y no porque los profesores o los contenidos no los motivaran lo suficiente. Esa es la razón por la que los alumnos no aprueban, porque no estudian: la ley del mínimo o nulo esfuerzo, cosa que apoya la LOGSE, y que el profesor no les diga nada que lo zurran. Al menos eso es lo que sucede hoy día, y si no les agreden los alumnos, ya vendrán los padres llamados por sus propios hijos. Todos estos alumnos se cambiaron a la reforma porque no eran capaces de sacarse ni una asignatura del BUP, pero todo cambió cuando se cambiaron a la reforma. He visto los libros de mis amigos, he estudiado junto a ellos, y conozco el nivel que ellos llevaban con la LOGSE, y el que llevaba yo. El nivel de matemáticas de 2º de su Bachillerato no era ni siquiera el nivel de matemáticas que yo había llevado en 2º de BUP. Escribían con faltas ortográficas, y la sintaxis era caótica, de espanto, la mayoría de ellos no han podido superar 2º de Bachillerato de la LOGSE. Otros ni siquiera con la LOGSE han podido obtener el título de ESO, y tuvieron que matricularse en programas de garantía social o escuelas profesionales. La LOGSE ha bajado muchísimo el nivel de conocimientos, y ha anulado la capacidad de trabajo y esfuerzo de los alumnos, y sigue igual.
Tras cinco años en la universidad he vuelto al instituto, esta vez para realizar el CAP (Curso de Aptitud Pedagógica), ha sido un año maravilloso junto a mi tutor, y a la mayoría del profesorado, excepto aquéllos que apoyan la LOGSE, éstos la apoyan porque “así trabajamos menos”. Durante mi CAP pasé por varias experiencias, buenas y malas, aprendí muchísimo de mi tutor y del resto del profesorado, pero también viví agresiones a los profesores, mayoritariamente verbales. La agresión física de una madre , vaya un tortazo, a una profesora que recriminaba la actitud de su hija, y varias cosas más de este tipo. Y esto no ocurre sólo en este instituto, otros compañeros míos contaban lo mismo cuando realizaban el CAP en otros institutos, y no crean que eran centros conflictivos o marginales. Todavía recuerdo lo que comentaba una brillante profesora: “¿Por qué tengo que hacer las clases divertidas? Soy una profesora, no un payaso”. La obligación de los profesores es explicar los contenidos del programa, y atender a sus alumnos, y la obligación de éstos es estudiar. Yo transmitiré mis conocimientos verbalmente, no sé cómo pretenden hacerlo ustedes, yo de momento no domino la telepatía. No es cuestión de despreciar las técnicas de aprendizaje activo y participativo, ni mucho menos, pero tampoco de repudiar el método de transmisión oral. En alumnos adolescentes las clases magistrales son necesarias en gran medida, porque aprenden vocabulario, a exponer y organizar ideas, a ser expresivos con la palabra, a prestar y mantener la atención a ésta, a trabajar la capacidad de abstracción, etc. Con los pequeños es otra cosa, pero eso ya lo sabemos todos.
Ahora los alumnos no tienen la gran oportunidad que tuve yo de poder elegir, y optar por algo de calidad y no la LOGSE. No engañen a la gente con este manifiesto, sólo dice mentiras, una tras otra, digan la verdad. La LOGSE no ha seguido implantándose porque lo que se ha implantado de ella ha resultado un tremendo fracaso, y ya es difícil, pero en eso coinciden políticos de todos los colores. Este manifiesto podría denominarse “El manifiesto que no dice ni una verdad”.

Hola, Miguel Ángel. Qué largo te has ido.
Gracias por tus palabras.
Llevas razón: hace falta que los diferentes agentes educativos confiemos los unos en los otros. De lo contrario, no iremos muy lejos. Ya hablaremos más despacio de todo esto.

Recibe un abrazo.

Estimada contertulia, yo sí le puedo decir algo malo de Finlandia; algo que, creo yo, tiene difícil defensa. Y conste que no lo diré para negar sus grandes virtudes educativas, que son innegables. Pero de justicia es decir que, según J. Sanmartín, director del Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia, España está a la cola de Europa en maltrato a mujeres y uxoricdios (en contra del mensaje machacón de las feministas españolas sobre el legendario "machismo hispano"), mientras que Finlandia y Suecia, los países menos sexistas del mundo, están a la cabeza de estos maltratos y crímenes. No se trata de opiniones. Las estadísticas están ahí. Casi la mitad de las mujeres encuestadas en esos países asegura haber sido víctima de maltrato en alguna ocasión. Sanmartín lo atribuye a que son grandes consumidores de alcohol. Yo no creo que sea eso o sólo eso. Las razones serán las que sean, pero el dato es innegablemente lamentable. En fin, que todo no es perfecto.
Un saludo.

Leo el comentario de "Patricia, profesora de latín" y me desanima enormemente. NO DICE NADA. Por favor, diga usted algo constructivo, desde su experiencia y enfocado a encontrar soluciones. No nos interesa sin más saber la manía que tiene usted a los orientadores y psicopedagogos. ¿Es que no hay profesores atornillados a su silla? ¿De qué tienen ustedes tanto miedo?

Un profesor debería, esté de acuerdo o no con este manifiesto, dar razones serias que aporten y clarifiquen. Desde luego no comentarios viscerales y de tercera, que se desvían patéticamente de lo que interesa, que son nuestros hijos y la educación que reciben.

Qué acertada la encuentro a usted, Patricia. Nunca ha habido tanto apoyo psicopedagógico como hoy en nuestros centros con tan escasos resultados. Mucha psicopedagogía para mantener entretenidos a los nenes, no vaya a ser que se aburran los pobres. Eso sería terrible. Hay que recrear en lo posible el ambiente lúdico del dormitorio del alumno. Que se olvide de que está en un colegio y que está allí para aprender. No, no, está allí para que lo entretengan sus maestros y profesores.Y a ver si suena el timbre y a casa.

Por favor, ¿sería tan amable de indicar cuáles son esos argumentos simplistas y por qué? A mí al menos no me interesan mucho las opiniones si no están fundamentadas en razones. A mí no me han parecido simplistas. Al contrario.
Gracias.

Desde otra escuela que existe y lucha por sobrevivir, necesitamos seguir diciendo ¡basta! a los argumentos simplistas y nostálgicos que ahogan cualquier posibilidad de mejorar la calidad de nuestras escuelas.

Lo cierto es que no representáis ni mínimamente a los profesores y maestros. Vuestro lenguaje borroso transparenta la pobreza conceptual de vuestra opinión. No creo que haya muchos profesores de nada entre los promotores. Sí titulados en psicopegogía cuya necesidad de ocupar plaza de funcionarios es una de las causas del deterioro de la educación: poco que enseñar, mucho bla, bla sobre lo mal que ejercen su oficio los profesores, mucho informe burocrático. Qué bien viven en sus despachos los orientadores, sin impartir ningún conocimiento relevante, sin probar los hechos del día a día, del año tras año en las clases. Y vuestro profeta Álvaro Marchesi emitiendo informes sobre las consecuencias de lo que él trajo, desde altos cargos ahora internacionales, como si viniera de otra galaxia. Mucha metodología psicopedagócico-didáctica.Pocos conocimientos. Patricia, profesora de latín.

Estimado colega (pues te considero, pedagogo dedicado a la enseñanza y no un crítico antipedagógico y negativo )
Al contrario, eres, a pesar de salir anónimo, de un caracter positivo y un saber analítico-pragmático.
Estoy completamente de acuerdo con tus comentarios.

Yo soy un simple maestro de preescolar en Suecia, con 30 años de ejercicio y actualmente los 8 últimos, como pedagogo de tiempo libre (no se si existe en España)adosado a nuestra escuela y llevando los cursos de natación en la Elemental y Media, como así mismo marquetería, trabajos manuales y ayuda a alumnos con problemas de coordinación cerebral ( y ahí meto a todos los necesitados de ayuda y a distintos niveles y con toda clase de problemáticas asociativas, físicas, intelectuales y sociales).

Aquí en Suecia tenemos la misma situación que se está discutiendo en España y nunca huvo Franco, ni nada parecido.
Para resumir: Lo importante es que la escuela a traves de sus profesores puedan tener una comprensión por parte de los padres y de las autoridades del momento para conjuntamente y sin criticarse los unos a los otros, sino creando una ayuda conjunta, que pueda ayudar a los alumnos que se salen del "saco" de la normalidad.Llamo normalidad, a toda clase de formación intelectual y social; que ha sido establecida para sacar adelante las futuras generaciones que el país correspondiente haya hecho vigente para llegar a su final educativo.
Sin confianza y respeto mútuo (basado este respeto en esa confianza); no se puede llegar a ningún lado y si los alumnos y los padres y el profesorado y las Organizaciones de lo habido y por haber; no saben comprender esto y llegar a un acuerdo mútuo de colaboración orientada positivamente y de saber escuchar al que habla en turno,.....(frase larga como acostumbramos en España)
Pues bien sin eso, no se hará nunca nada y siempre unos y otros independientemente del grupo que representen, estarán echándose la culpa de todo lo habido y por haber, sin poder llegar a una solución.
Un abrazo a todos los colegas españoles en España, de un colega español en Suecia.
Miguel Angel

¿Ya se tomó las cañas? Se le nota y me hace feliz. La vida es bella (aunque usted no lo vea por el barro de sus ojos, príncipe).

Todas las alusiones a las erratas son rastreras y quienes las usan como argumentos descalificadores y como herramientas del desprecio unos mezquinos, arrastrados, marranetes, peces espadas y estúpidos ¿cuántos somos?

Ah, que era eso. Pues perdón. Cierto es que no he leído a ese autor principesco. Tomo nota. Pero sin haberlo leído, yo escribo bien y usted (ustedes) de pena. Vaya profesores de poco más o menos.

Pero su alusión a mi errata (lo de querrá) está en su línea. Una alusión rastrera, mezquina y estúpida. Pero qué ridículos.
El que mucho mama acaba siendo lo que acaba siendo.

El príncipe de nebrija (corregido).

Ésta es la cruda y asfixiante realidad, Sisí: Tener que soportar que los mismos responsables de este desastre vengan ahora dándonos lecciones de cómo salir de él. Echémosle la culpa al método “transmisivo”, generador del peligroso aburrimiento de muchos de nuestros alumnos. Para sacudirse el tedio que les produce la oratoria del profesor no les queda más remedio, por lo visto, que acosarlo, amenazarlo o agredirlo. Como decía hace poco una mamá progre: “Ay, si es que están en una edad tan sensible”. Sí, muy sensible. Ahora se ve que la sensibilidad incluye cosas como el continuo uso de palabrotas, las amenazas, el acoso y la agresión. Sí que están sensibles, sí; como que no se les puede decir nada.

Otro culpable es la Navidad, que tienta a los críos con continuos mensajes consumistas. Y claro, los papás, que temen traumatizar al retoño si no satisfacen todos sus caprichos, no tienen más remedio que ceder al berrido del crío. Así están las casas, llenas de cientos y cientos de juguetes ya ajenos a la atención del infante.

En fin, que se recupere de los mamporros de los pacifistas. Ánimo.

Le saluda:
El príncipe “nebrijano” (con “n”, ya ve qué cosas).

Y sobre todo con cambiar el tono de los mensajes, recuerdo una vez, hace años, que estábamos en un grupo de trabajo de educación para la salud, en que además de profesorado había dos ATS y dos médicos, y en un momento surgió una discusión sobre programas de EPS, que empezó por la didáctica y acabó en ataques personales, y uno de los médicos dijo algo así como "pues sí que sois primarios, sí... y eso que os dedicáis a educar". No se me ha olvidado, por eso, en generla, pediría un poco más de distancia y un poco menos de personalismo...
Paula Glez-Vallinas

Vaya, vaya, está usted perdiendo agilidad gramatical y mental, cada vez se parece más al denostado profesor Epulón. Pero le perdono los fallos y le sigo admirando.

En la historia que le preocupa, hacía alusión a Antonio de Nebrija (no tiene importancia). Poco a poco observo, con sorpresa, que la ironía le desconcierta y que este foro le obsesiona.

Vaya a tomarse una caña (como haré yo) y relájese.

Con gramatical afecto le saluda.

Un tetista del 68 (pero de abril).

Buen subterfugio para quien no puede justificar las acusaciones que lanza al buen tuntún.
Pero lleva usted razón: es una pérdida de tiempo hablar con ustedes. Mas, por fortuna, todavía hay personas que no han perdido el sentido común. Y por ello mismo se han ganado algún mamporro muy progre. Para ellos escribo.

Pues porque "cole" es voz que ya está aceptada para incluirse en el diccionario. Ya di una explicación de por qué está justificado su empleo.
Lo que yo no entiendo es cómo es posible que usted escriba "nebrijano", en vez de "lebrijano". No hay ninguna localidad que se llame “Nebrija”, pero sí “Lebrija”, que es a la que usted se refiere. ¿No se cansan ustedes de equivocarse y de dar rienda suelta a su manifiesta incultura? ¿Se pasan la lupa unos a otros para ver qué errores cometo? Desde luego yo no necesito lupa para ver los que ustedes cometen continuamente: saltan a la vista, y la hieren. Patético.

Ayer fui a la escuela de familias de mi centro (dominada por el sector progre y permisivo del claustro), armándome de valor, tras la lectura de algunos escritos de este foro, les dije a los padres y madres allí reunidos: vosotros sois los responsables del desastre educativo, vosotros tenéis la culpa de que vuestros hijos sean gordos y feos, también sois culpables de haber permitido que vuestros hogares se hayan convertido en imperios del mal, y les advertí que todo esto les pasaba por mamar de la teta del 68. Hoy me encuentro en la unidad de traumatología del hospi. Lo que peor llevo es que una madre me dijera que ella solo lo hizo en una ocasión y que ocurrió en el 69.

Ya he llamado al servicio de ANPE para que me apunten en las estadísticas.

Saludos de

La emperatriz Sisí

Tranqui, fondista.

Hágalo usted que, al parecer, tiene tiempo que perder.

Mezquino, ¿cómo osas comparar? Deja ya la lupa.

"que cada trabajan con niños con el síndrome del emperador"

Epulón

Y después de todo me pregunto: ¿qué pensarán de Escoto los chicos de las amotos?

Señáleme un solo insulto.

¿Hablamos de cuestiones de “fondo”? Encantado. Hablemos.

El Manifiesto nos dice que el fracaso en la educación es en gran parte debido a que sigue vigente el método tradicional de dar clase: la transmisión oral de contenidos.

Y también nos dice que la culpa de lo que está ocurriendo se debe a la tele, a los valores capitalistas, a la Navidad…

Hechos:
Dicho en el telediario de la uno: Según el Defensor del Profesor, casi 3.500 profesores han pedido su ayuda en el último año. La mayoría porque padece amenazas y acosos de padres y alumnos. Muchas suelen acabar en agresión, sobre todo en educación secundaria.
El 17% de los que han solicitado ayuda sufren acoso y amenazas de sus alumnos, y en un 8% de los casos se llega a producir agresión.
Un 15% de los profesores sufre agresiones, incluso intentos de atropello.
Una bofetada puede costarle a un padre 120 euros.
Los profesores dicen que es muy poco comparado con el precio que pagan ellos: ansiedad, depresión e incluso abandono de la profesión.

Ah, entonces pudiera parecer que el problema lo tienen los docentes. Pero no. Resulta que son miles los padres que reciben maltratos de sus propios hijos, a los cuales se ven obligados a denunciar.
La agresividad juvenil siempre ha existido, señores firmantes de Manifiesto, pero jamás se había sufrido esta nueva modalidad: que los menores agredan a sus padres y profesores. Habría casos aislados, pero no esto.

El siguiente texto no es mío. Lo he copiado de Internet:

“La cifra de denuncias de padres contra sus hijos por amenazas y violencia física se ha multiplicado de promedio por ocho en los últimos cuatro años en España, según datos de Interior. Los psicólogos atribuyen este hecho a las tensiones en la familia y a la ausencia de culpa o conciencia de los jóvenes.
En una entrevista, el psicólogo criminalista y profesor titular de la Universidad de Valencia Vicente Garrido explicó que los hijos que insultan y golpean a sus progenitores sufren el denominado "síndrome del emperador", una conducta de cuya incidencia se conoce sólo "la punta del iceberg".
Según un estudio del experto, elaborado en distintas comunidades autónomas, el número de padres que denuncian a sus hijos por malos tratos se ha multiplicado una media de seis a ocho veces entre los años 2000 y 2004, aunque en regiones como la valenciana dicha cifra se sitúa en catorce.
"Un padre lo último que hace es denunciar, ya sea por vergüenza o por el miedo a ser criticado por todo el mundo", añadió el psicólogo criminalista, autor de "Cara a cara con el psicópata" y "Los hijos tiranos" (Editorial Ariel).
De acuerdo con los últimos datos del Ministerio del Interior, más de 5.500 padres denunciaron entre enero y septiembre de 2005 a sus hijos por malos tratos en el ámbito familiar.”

Síndrome del emperador. ¿Les suena? Hablé yo de él en otros artículos. ¿Esto también les parece un mero problema de forma? He hablado mucho de ello, pero ustedes miran para otro lado, creyéndose que lo saben todo porque cada día se enfrentan a la “realidad” de las aulas. ¿Habla el Manifiesto del síndrome del emperador? ¿Le dedica algún reglón? Nada, no dice absolutamente nada de ello. Por eso es un diagnóstico ciego a la evidencia.

¿Las causas del síndrome del emperador? Las explican muy bien los expertos en psicología o leyes: Javier Urra, psicólogo que fue Defensor del Menor; Sanmartín, experto en violencia, director del Centro Reina Sofía; Robert J. Mackenzie, psicopedagogo y terapeuta familiar de fama mundial; D. Curran, M. Grose, Gootman, y una larga lista de autores anglosajones expertos en educación. También Javier Nart y, por supuesto, el juez Emilio Calatayud.

¿Y por qué se practica la permisividad? Muy sencillo, después de todo: porque sufrimos uno de los vaivenes de la ley del péndulo. Los padres temen pasar por déspotas autoritarios si le dicen “no” al crío. Han mamado de la teta del mayo del sesenta y ocho. En el cual se sentaron las bases para conquistar muchos de los derechos de que hoy disfrutamos. Pero como no tenemos término medio, nos pasamos de rosca. Predicar el igualitarismo y recusar la sociedad de las jerarquías férreas de antaño está bien. Pero, apoyándose en ese igualitarismo, fomentar la idea de que los niños son nuestros iguales (amigos o colegas), es llevar la cosa demasiado lejos. ¿El resultado? El que vemos, el que sufrimos todos.

Los padres permisivos son víctimas de esa ideología igualitarista. Pero también responsables de ella. Pues los ojos hay que abrirlos de una vez por todas y reconocer que se ha hecho mal.

El problema de raíz, señores, no está ni en el uso del método de transmisión oral ni en los valores del mercado. Por supuesto, nadie podrá alegar que el problema sea la transmisión oral. Sería ridículo. ¿Los valores del mercado? En parte. Pero esos valores se convierten en un verdadero problema cuando los padres no saben negarle nada al crío. Cuando el padre está ausente como tal. Ahí es donde surge el verdadero problema. Los críos han aprendido a llorar, patalear y agredir a sus mayores cuando éstos no satisfacen todos sus deseos. Entonces se los está educando de tal manera que no sabrán tolerar la frustración. De la frustración a la violencia hay un paso.

El Manifiesto, al callar estas cosas o al no verlas, lo único que hace es contribuir a fomentarlas, a echar una manta por encima, animando a los adultos a que sigan sin asumir la responsabilidad de enseñar a sus hijos a cumplir con sus deberes de menores, como así lo especifican los artículos 154 y 155 del Código Civil. Echarle la culpa al mercado o a la tele (o al método de transmisión oral) conlleva mirar para otro lado, no asumir cada cual la responsabilidad que le corresponde.

Nuestros niños son los terceros más gordos del mundo. ¿Por qué? Porque ese padre imbuido en la ideología de la permisividad, no sabe decirle que no a su hijo; y éste antes pide un bollo que un plato de verduras, como es lógico. Podemos seguir echándole la culpa al mercado o, por el contrario, decir: “No, en mi casa mando yo, no la tele o el escaparate de la esquina. Y tú, nene, te comes el plato de verdura porque yo soy el adulto y sé lo que te conviene.”

El mundo de la delincuencia y el infierno de las drogas también están directamente relacionados con el síndrome del emperador. La permisividad practicada ha dado lugar a padres que no tienen control sobre las andanzas de sus hijos, que no saben qué hacer para tenerlos bajo su cuidado y tutela. El que desee cifras puede buscarlas fácilmente en Internet.

Pues bien, señores, si todas estas cuestiones les parecen a ustedes cosas de “forma”, ustedes me dirán cuáles son las que consideran de “fondo”.
¿Quieren olvidarse de mí? No hay problema. Pero más allá de su adhesión al diagnóstico miope del Manifiesto, ustedes deberían considerar no ya mis palabras, sino la de muchos expertos psicólogos y jueces de menores que cada trabajan con niños con el síndrome del emperador. Y con los padres de éstos: víctimas y a la vez responsables de lo que está pasando.
Saludos.

Supongo que la finalidad de ir a por la puntuación del manifesto y de las aportaciones indivuduals es el de despistar sobre el verdadero contenido del manifesto. Realmente, es penosa la tentativa de insultar y rebajar a los otros para poder esconder la cabeza com la avestruz.

Isabel Mendes

Repase sus escritos. No creo que usted sea el más apropiado de los que han escrito en este foro para hablar de moderación respeto, insultos y valores.

Relájese y respire.

El problema de ustedes es muy sencillo: son ya inmunes al bodrio, la birria y la extravagancia. O no se explica que no se escandalicen ni lo más mínimo cuando un profesional de la educación, que firma un manifiesto para mejorar su calidad, escribe sin rigor, sin respeto y a la buena de Dios. He dicho sin respeto. Compruébenlo. Miren a ver en qué falto yo el respeto a nadie en lo dicho bajo el epígrafe “Respuestas rápidas”. Y luego miren lo que recibo bajo el epígrafe “Cansancio”. Comparen ustedes. Ustedes, que están tan preocupados por la “educación en valores”. A ver si alguno se anima a hacer la comparación. Y no me refiero ya a cuestiones ortográficas, sino a buenos modales y respeto. Miren a ver quién falta el respeto a quién y díganlo. Hagan ese pequeño esfuerzo y tengan la honradez (el valor) de decir la verdad. Me juego lo que sea a que ninguno de ustedes se digna hacer la comparación. No les conviene.

Hacen muy bien en relajarse, porque esa relajación ante el error, la incuria y la negligencia es precisamente la que nos ha llevado a ser la (im)potencia educativa que hoy somos. Si en vez de un “profesor” hablásemos de un bombero, después de tanto “error no forzado”, la casa se nos habría reducido a cenizas. Si nos estuviésemos refiriendo a un médico, el enfermo habría pasado a mejor vida. ¿Se atreverían entonces ustedes a apelar a la relajación? ¿Profesor? ¿De qué? Sí, de una asignatura llamada “Relajación, Negligencia y Recreo”.

¿Y qué significa eso de que deje tranquilos a los padres? ¿En qué he molestado yo a los padres cuando les he prevenido de este tipo de “profesores”? Seguro que tampoco aciertan ustedes a decirme en qué he faltado o molestado yo a los padres previniéndoles de estos profesores. Yo les hablaré a los padres sobre estas cosas cuando lo crea conveniente. Pues no creo que usted sea representante de todos ellos, ni que todos sean indiferentes a la práctica chapucera de algunos docentes. Déle usted órdenes a quien se las consienta. Yo no.

Preocupante es la negligencia y el apoyo incondicional a aquél que no sabe hacer su trabajo. Corporativismo, al fin y al cabo.

Quizá les interese la siguiente cita. Es de “otro listo” de la clase:

"Les bastan algunos clichés mezclados con palabrotas, faltas de ortografía, desajuste entre lo que dicen y quieren decir, carencia de plan y articulación lógica en el contenido, puntuación caótica, que solo revelan una absoluta indigencia mental."

El "listo" es Fernando Lázaro Carreter. Quizá les suene. Se ve que también estaba este "listo" preocupado por meras cuestiones de "forma".

Pues eso: ¡Viva la Pepa!

El problema del “hombre de la gramática” es que sabe escribir pero no sabe de lo que escribe. La consecuencia es que sus errores no se encuentran en la forma pero sí en el fondo, y allí hay que buscarlos.

Reflexión: ¿es posible que el “profesor epulón” en su escrito evidenciara estas carencias? ¿Es ésta la causa de la ira prosódica del “listo de la clase”?

Olvidémosle y atendamos a los problemas reales de los “instis” y los “coles”

En casi su totalidad estoy, como padre, antiguo alumno y ciudadano de un país y una sociedad de nuestro tiempo, completamente de acuerdo con el contenido del manifiesto.

En mi opinión, la política educativa debe ser una de las prioridades del estado y no debe utilizarse como arma de ideológica de partidos: No es de recibo que esta política educativa se modifique cada tiempo en función del color del gobierno de turno.

Pero dicho esto, hay que resaltar que la política educativa debe estar en consonancia con el escenario que marca nuestra constitución como estado soberano y laico, en el cual los poderes públicos deben garantizar una educación universal, gratuita y de calidad.

En cuanto a los contenidos, yo sigo maravillándome por la claridad y capácidad de síntesis de los libros de texto de mis hijos (2º Eso y 5 Primaria). Están a años luz de los "tochos" que yo estudiaba en mi bachillerato.

Y una última reflexión, mi padre era un obrero que apenas había tenido oportunidad de tener estudios priamrios. Ni é, ni mi madre podían dedicar mucho tiempo a "ayudarme" en los estudios, ni desgracaidametne ambos tenían la formación para ello. Sin embargo sus hijos, completaron sus estudios con éxito y alcanzaron uan tiutlación universitaria.

Cos mis hijos (mi mujer en gran medida y yo)hemos tenido que servir de apoyo a lo largo de toda su formación y nos vemos obligados a seguir hacíéndolo. Yo me pregunto ¿qué está pasando?, es que acaso la necesidad hace virtud o es que antes no teníamso más remedio que "buscarnos la vida" por nuestros medios. Pero es evidente que algo falla cuando yo tengo que volver a explicar las raices cuadradas a mis hijos y aclararles las diferencias entre los imperios romanos de oriente y occidente.

Resulta que "cole" (como colegio) aún no figura en el dicionario (pero figurará en próximas ediciones).

Resulta que "insti" aún no figura en el diccionario (pero figurará en próximas ediciones).

Vayapérdidadetiempo.

A pesar de su convincente pero ridícula explicación, me resulta muy divertido que una persona de su valía pierda el tiempo discutiendo si es correcto escribir en un foro (no lo olvide) insti, fabri, hospi o tonti. ¿No cree, lucecita de la lengua castellana?

Pero algo falla en sus valoradas meninges (le gusta la palabra, ¿por qué? ¿qué le ocurrió en su infancia?)cuando estas cosas le enfadan tanto. Reflexione.

Como dijo el "peli": váyase a la.....

A dormir, pues mañana también tengo que ir al insti a epularme con mis alumns.

La voz "cole" es admisible y está justificada. Por una razón muy sencilla: su empleo está relacionado con el entendimiento y las características personales de los niños pequeños. Pero lo de "insti" ya no tanto,o nada, pues los chavales que van el instituto no necesitan de semejantes acortamientos o acaramelamientos lingüísticos. Sería tanto como decir: "Me voy a la fabri."

Tal es así que en el diccionario figura la voz "cole". Pero, desde luego, no "insti", ni "fabri", ni "hospi". Es cosa de sentido común. Compruebe usted lo que le digo. Consulte el infolio si quiere.

No esperaba que usted, precisamente usted, se riera con los chistes. El suyo ha sido un intento patético y desesperado de encontrar algún error o renuncio en mis escritos. Los tengo, ya lo creo; pero a diferencia de muchos, no soy indiferente a ellos.

Siga usted así. A mí no puede decepcionarme.

1. “me incorporo al insti. A”
Claro que sí, hombre. ¿Para qué escribir “instituto” pudiendo escribir “insti.”? Yo acabo de encender el “orde”.

11. “profes”
Profes y alumns.

Pues bien, después de todo la metralla vomitada, miren como más adelante, en uno de sus perfectos escritos, el prícipe nebrijano escribe "cole". Me has decepcionado.

Ya tenemos cuatro: profes, alumns, insti y cole.

¿Intentamos hacer chistes malos con cole? No, ¿para qué?.

¿Cómo es posible que el príncipe nebrijano escriba "cole" en lugar de colegio?

Además de los errores lingüísticos, ¿qué habrá en el escrito aludido que tanto molestó al príncipe nebrijano y provocó la reacción de cara gris?. Búsquenlo, es fácil de encontrar.

No se puede relajar, sólo queda veneno.¿Se lo imaginan en una clase con esa dosis de soberbia?

Una escuela con perspectiva ecosocial

La escuela que proponemos

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