El ataque a la Educación Superior en Iraq
Tras la ocupación estadounidense de Iraq, en mayo de 2003 los académicos empezaron a ser blanco específico y deliberado de varias formas de violencia política. Se calcula que casi 300 académicos han sido asesinados desde el inicio de la ocupación y han padecido muchas otras violaciones de sus derechos, tales como desplazamientos forzosos, detenciones, amenazas de muerte y secuestros. El éxodo de intelectuales a partir de 2003, como resultado de la violencia y de las propias amenazas, es de una magnitud sin precedentes.
La inmensa mayoría de los entrevistados afirman que la libertad de cátedra es la esencia de la violencia política contra los académicos. En primer lugar, todas las formas de la violencia política empleada —ya sea directa o indirecta, represiva o a distancia, finalmente tienen como resultado —o su objetivo específico es— la restricción de la libertad de cátedra. En segundo lugar, es mediante esta vía por la que los académicos perciben que la violencia y el conflicto se refuerza y acrecienta y, en tercer lugar, el rechazo del conjunto de restricciones a la libertad de cátedra es el mayor determinante de la violencia política: los académicos declaran que quien hace eso corre un gran riesgo de ser atacado. La libertad de cátedra se definía como la libertad para enseñar, aprender, pensar y trabajar y todo ello sin temor o recelo de tener que enfrentarse a ninguna consecuencia por hacer uso de esta libertad. La gran mayoría de los entrevistados afirman que en el Iraq actual la libertad de cátedra está completamente ausente de las universidades y está absolutamente sometida a control.
Artículo de Hester Luna Paanakker en IraqSolidaridad.